Mapas de calor: otra herramienta para conocer a los usuarios de nuestro sitio web

Aplicado a un sitio web, un mapa de calor nos permite saber qué sectores de una página llaman más la atención de los usuarios. Cada zona de la pantalla es identificada con un color que indica la intensidad de la atención que se le presta.

Uno de los métodos que permiten generar mapas de calor es el eye tracking, que rastrea el movimiento de los ojos del usuario a través de la pantalla. Este procedimiento es el más preciso, pero también el más difícil y costoso de implementar. Además, sólo es aplicable en grupos de usuarios especialmente seleccionados para la prueba, y no así al total de los visitantes del sitio web, que son quienes deben realizar las conversiones.

Por eso, se pueden generar mapas de calor capturando información sobre el movimiento del mouse y los clics realizados por toda la superficie de la página. Algunos incluso informan hasta qué parte de la página el usuario hizo scroll antes de abandonarla. Para ello existen muchos sistemas pagos, como Crazy Egg, e incluso plugins gratuitos como heatmap.js.

A partir de esta información podemos saber dónde colocar cada elemento del diseño para que no pase inadvertido ante los ojos del lector. Así podemos motivarlo a realizar ciertas acciones que nos interesen, como comprar un producto, suscribirse al newsletter, cliquear en un banner o recomendar la página a sus contactos. Estos comportamientos, una vez efectuados, son conocidos como conversiones.

Otra posible aplicación de los mapas de calor es la mejora de la usabilidad. Es probable que los usuarios no logren realizar conversiones no por falta de interés, sino porque no encuentran fácilmente los botones y otros elementos necesarios para completar el proceso.

Sin embargo, muchos prefieren las herramientas de análisis web tradicionales porque aportan datos más precisos a la hora de evaluar el desempeño de un sitio web, como la cantidad y origen de las visitas. Además, el recorrido del mouse por la pantalla no necesariamente es un indicador de atención (por ejemplo, el usuario puede haber movido el cursor a un costado para que no estorbe la lectura). Por eso, los mapas de calor deben utilizarse solo como una herramienta secundaria.