Desarrollo web: ¿debemos pensar en los usuarios que deshabilitan JavaScript?

El lenguaje JavaScript es responsable de muchas de las características que más nos sorprenden de la Web actual, como el efecto de paralaje o las animaciones sobre imágenes y bloques de texto (por ejemplo, las que vemos en los slideshows que dominan la portada de muchos sitios web). JavaScript es un ingrediente irreemplazable de cada vez más sitios y aplicaciones, una explosión en la que tiene mucho que ver el crecimiento de la biblioteca jQuery.

Sin embargo, la ejecución de scripts puede ser deshabilitada fácilmente desde la mayoría de los navegadores. Los usuarios que tomen esa decisión no podrán ver ninguna de las características que desarrollemos en JavaScript, que probablemente sean indispensables para el pleno funcionamiento de nuestro sitio web. Quienes deshabilitan JavaScript suelen hacerlo para navegar más rápido (los scripts ralentizan la carga de la página), para simplificar la interfaz o como medida de seguridad (a través de JavaScript se puede recolectar información de los usuarios, aunque la mayoría de las aplicaciones del lenguaje son inofensivas).

Lo ideal es respaldar los elementos generados con JavaScript con otros, generados solo con HTML y CSS, para que los usuarios que hayan deshabilitado los scripts puedan acceder a un sitio web tan completo y funcional como el que ven los demás. Pero esta medida, que forma parte del concepto de «mejora progresiva», rara vez es adoptada. De hecho, dado que los componentes JavaScript son cada vez más complejos, imitarlos con HTML y CSS puede ser imposible. A lo sumo podemos generar una versión simplificada del sitio web para que, al menos, todo el texto y las imágenes sean visibles, los formularios puedan utilizarse y los enlaces internos funcionen incluso sin JavaScript. Sin embargo, esto puede incrementar enormemente el tiempo de desarrollo. Si algunas características importantes son directamente invisibles sin JavaScript, podemos sugerirle al usuario que lo habilite para disfrutar de una mejor experiencia.

Si bien siempre es una buena práctica desarrollar la menor cantidad de características posible con JavaScript, se estima que la porción de usuarios de Internet que lo deshabilita no llega al 2% del total.