En diseño web, las tipografías son un factor de gran importancia . En los últimos años, la regla @font-face y la aparición de nuevos formatos de archivo de fuente permitieron un enorme crecimiento en la oferta de tipografías que podemos utilizar para nuestro sitio web. La mayor parte de esta oferta se concentra en servicios de fuentes web como Google Fonts o Fonts.com , que brindan tanto tipografías gratuitas como otras para cuya descarga y uso debemos pagar una licencia. Es lógico pensar que las fuentes pagas son mejores que las gratuitas, pero ¿es esto cierto? Comparemos estas opciones según los criterios más importantes.

• Costo. En este aspecto, las fuentes gratuitas son claro ganador. Si realizamos un sitio web personalizado para un cliente, y especialmente si vendemos templates ya armadas, es una ventaja importante porque el costo de las fuentes no se trasladará al precio de nuestro trabajo. Así y todo, hay que saber que se venden fuentes por apenas U$S 5.
• Calidad. Aunque hay excepciones, las fuentes pagas suelen tener detrás un proceso de elaboración más riguroso que el de las fuentes gratuitas, que asegura una mayor legibilidad y nitidez, como así también un mejor espaciado entre caracteres y palabras. Esta diferencia no se nota tanto en las fuentes que se utilizan en tamaños grandes, como las display , pero sí en fuentes que se utilizan en un tamaño reducido, como las serif o sans serif , donde un espaciado irregular o una mala definición de los contornos puede dificultar la lectura. Que la fuente se muestre de manera consistente entre distintas plataformas es otro factor de gran importancia, y, en ese sentido, Google Fonts no ofrece los mejores resultados.
• Atractivo. Seguramente encontremos una mayor variedad estilística entre las fuentes pagas, pero quizás nuestra fuente preferida resulte ser gratuita. Muchos blogs de diseño, como el de Awwwards , publican listados periódicos con las fuentes gratuitas más atractivas que se hayan lanzado en el año o semestre que pasó.
• Versatilidad. Las fuentes pagas suelen traer un alfabeto más completo (más símbolos) que las fuentes gratuitas, como así también más opciones de cuerpo ( medium , bold , extra bold , etc.) y estilo (itálica, oblicua, etc.). Otras características adicionales son las ligaduras y los números en minúscula. Esto es importante si utilizaremos la fuente en varios contextos e idiomas diferentes.
• Legalidad. Muchas fuentes son imitación de otras más conocidas, lo cual podría traerles problemas legales a sus autores y poner en peligro la continuidad de la tipografía. Sin embargo, esto ocurre tanto entre las fuentes pagas como entre las gratuitas.
• Originalidad. Por la ventaja del costo, las fuentes gratuitas son mucho más utilizadas que las fuentes pagas. Por eso, las tipografías gratuitas tienden a ser demasiado comunes, mientras que las pagas suelen resultar más originales. Un ejemplo es la peculiar fuente gratuita Lobster , que, de tanto utilizarse en medios impresos y digitales, terminó siendo poco llamativa.

Conclusión

Pagar por una fuente puede ser necesario para producir material gráfico que deba ser visualmente original (como un logo o una infografía ) o altamente personal (como un currículum); o cuando las opciones de fuentes gratuitas disponibles no nos ofrezcan la calidad y versatilidad que deseemos. Si se busca una originalidad todavía mayor, lo mejor es diseñar una fuente personalizada. En situaciones menos exigentes, siempre encontraremos buenas tipografías que podremos usar sin pagar un centavo.

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